Ensayos escogidos de Ariel Dorfman

Publicado por jean_fontaine332, Marzo 31, 2017, 02:04:00 PM

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jean_fontaine332

http://www.blest.eu/biblio/dorfman/cap3.html

http://www.sigloxxieditores.com.ar/pdfs/dorfman_mattelart_para_leer_al_pato_donald.pdf
Para leer al Pato Donald. EL Tio Rico es representado por EEUU, quien trata a sus sobrinos (Latinoamérica) a patadas y los explota.

1971


Ante todo le robaron ese grito a la izquierda. El ritmo y la forma imitan el victorioso coro con que la U.P, había cantando sus jornadas triunfantes de los últimos años. El modelo para la consigna derechista era EL PUEBLO UNIDO... JAMÁS SERÁ VENCIDO. Ellos no tienen gritos propios, no tienen años y años de marchas y luchas callejeras, no tienen la vocación unitaria que la clase obrera y campesina han conquistado a lo largo de su historia. No le queda otra que utilizar versos populares que ya tienen prestigio en las masas, que el pueblo ya está acostumbrado a repetir. Con esto, pretendían mostrar que los que ahora repudiaban al gobierno eran quienes habían sido partidarios de ese mismo gobierno.

Chile un manicomio

Una locura.

Eso es lo que sería imponer una dictadura militar aquí en Chile. Una locura tratar de aplastar al pueblo.

Una locura, claro.

Pero para llevarla a cabo se necesitan muchas locuras particulares, que gran cantidad de chilenos pierda su salud mental. Se necesita que se descomponga la estabilidad de las emociones, que el país se hinche de desequilibrados que prefieran estallar en la guerra que construir en la paz.

La derecha viene trabajándose esta atmósfera desde mucho antes de 1970. Todos recordamos las múltiples y bien pagadas campañas del terror.

Pero sólo ahora, después de su fallido golpe del 20 de junio, sólo ahora, histéricos y temerosos, los enemigos de Chile sacan a relucir un nuevo y último consejo de su viejo sombrero. Tomaron la ley de control de armas y, extralimitando las fronteras de su aplicación, la desean utilizar como instrumento perfecto para desquiciar la vida familiar y pública de cada chileno.

Como no hay sanciones contra los falsos denunciantes, se trata de denunciar a cualquier ciudadano que tenga inclinaciones izquierdistas y aplaudir si le allanan el domicilio. Ese es su sueño: irrumpir en las fábricas, so pretexto de buscar inexistentes ametralladoras, y entorpecer la producción que ya no sirve sus intereses. Quieren que se registren las poblaciones y se asuste a los hijos de los trabajadores. Se relamen cada vez que se invade una distribuidora de alimentos.

Es decir, en definitiva, quieren que la ley de control de armas sirva para paralizar el país y con el objeto de iniciar desde ya, y de hecho, una caza de brujas al mejor estilo paraguayo y brasileño.

Abusando de ese cuerpo legal, pretenden, en la práctica, colocar a las Fuerzas Armadas al servicio inmediato de personas o instituciones que no sean el Poder Ejecutivo. Quieren que se forme una costumbre nacional nueva: denunciar al vecino por sus ideas. Que las órdenes directas para acciones militares surjan en el Congreso, en la Corte Suprema, en la SOFOFA, que sean los patrones los que puedan levantar el teléfono y pedir el desalojo de las fábricas, que sean los latifundistas los que gocen al ver la tierra devuelta a sus manos.

Maniobras para que las FF.AA. sean el arbitro, para que se conviertan en el poder ejecutivo y fiscalizador de la nación.

Por eso, estas denuncias hipócritas coinciden con la propaganda mercurial al "paraíso" paraguayo y al "milagro" brasileño. Por eso, el Senado manda sus conclusiones a los jefes de las FF.AA. para que deliberen políticamente. Por eso; se emplaza al gobierno para que desarme al pueblo, un pueblo cuyas ramas son la organización, la disciplina, cuyas armas son su CUT y su conciencia.

Quieren que el país pierda la cabeza.

Quieren que el país, enloquecido, se suicide.


Otra joyita:

Lo sabe todo el mundo.

No resulta una novedad constatar que Selecciones del Readers Digest (1) es abiertamente reaccionario. Es proverbial su defensa del modo de vida occidental, cristiano, anglosajón, capitalista y norteamericano. En el número de mayo de 1971 (2) (Tomo LXI, Nº 366), que nos servirá durante el transcurso de nuestro examen como muestra prototípica para una ejemplificación constante, hay, por lo menos, tres artículos que sin disimulo atacan el comunismo y los países socialistas ("Ángela Davis o la forja de un mártir", "Macao, Ciudad de Oro y Misterio", "El Gran Circo de Moscú"), y aseveraciones parecidas, pero más breves, se hallan desparramadas de contrabando en varías otras secciones. Si el Reader's sólo consistiera en esto, no pasaría de ser un burdo propagandista del sistema yanqui, y desnudarlo sería bastante fácil. Tal es así que muchas veces, al fijarse en los contenidos políticos explícitos, el ropaje más visible, se ha desatendido algo más importante: la manera en que la revista concibe el proceso de la comunicación misma, la estructura que ha adoptado para derrotar, y aprovechar, una serie de contradicciones generales en el mundo del siglo XX.


Porque ya no se habla de "ilegitimo", "ilegal", ilícito", palabras que de tan cacareadas ya nos tenían la oreja acostumbrada y un poco sorda.

Ahora, lisa y llanamente, se ha borrado la existencia misma del Gobierno. Anticipan el hecho de que la derecha planea la destrucción violenta y material de las autoridades del país, se ha procedido de antemano a preparar en la conciencia y en la cabeza de los chilenos esa desaparición. Para los enemigos del pueblo ya no hay un Gobierno, sino que un "desgobierno". Ya no hay solución a los problemas nacionales, porque el Poder Ejecutivo está en "disolución". Para utilizar las palabras mismas de "El Mercurio", "falta un interlocutor autorizado y responsable que haga la parte del Gobierno en cualquier diálogo con opositores o grupos independientes", con lo que quieren decir que la oposición democrática estaría propiciando un consenso mínimo con fantasmas y que el Cardenal sugiere una paz con un ser invisible.

Para "El Mercurio", Allende ya no es presidente de Chile.

Este derrocamiento editorial del Gobierno Constitucional es parte de una campaña bien orquestada. En los últimos días, las más diversas personas e instituciones han venido entregando una serie de documentos, aparentemente dirigidos al Presidente de la República y que terminan con una significativa y coincidente frase: que cada cual asume su responsabilidad. Encomiable convergencia demuestran tantos seres diferentes, encomiable telepatía. Todos los industriales de Aconcagua y Valparaíso, la SIDECO, el señor Pareto, el enmascarado Thieme, los comentarios editoriales en Nueva York, Boeninger y sus consejeros, el Colegio de Ingenieros, las Juntas de Vecinos de Providencia, los profesionales de tal o cual industria, todos piden que cada cual -nótese bien, cada cual- asuma su responsabilidad. Daría la apariencia (quieren dar la apariencia) de que desde los rincones más aislados y dispersos de la comunidad, desde cada flotante islote de la patria, desde cada opinión absolutamente espontánea, se estaría reclamando responsabilidad.

¿Pero responsabilidad, de quién?

No se puede tratar de que el Gobierno asuma la responsabilidad, porque para "El Mercurio" el Gobierno ya no existe, hay un vacío de poder. Cada cual debe hacer esto, cada cual debe moverse por su cuenta, cada cual es libre, cada cual debe actuar sin restricciones, cada cual debe asumir la responsabilidad. Cuando dicen cada cual lo que significan, en realidad, es Fuerzas Armadas. Que las Fuerzas Armadas asuman la responsabilidad.

Es parte de una ofensiva contra el Gobierno que ya tiene una orden predeterminada.

Acordémonos que primero hablaron de desobediencia civil. Después pasaron a gritar la resistencia civil. Posteriormente las paredes se llenaron de llamados a la ofensiva civil. Ahora, en el mes de julio, estamos presenciando el inicio de la repetición del repertorio de frases, pero aplicados en este momento a las Fuerzas Armadas. Estaríamos ahora en la etapa de la "desobediencia militar".

http://www.blest.eu/biblio/dorfman/cap8.html

Readers Digest.


Estas explicaciones que el Reader's se hace de las contradicciones del sistema, y que comparte con todos los órganos de expresión del imperialismo y de la burguesía, tampoco deberían sorprender a nadie. En realidad, aun cuando se enfrenta con sectores "desconocidos", supuestamente lejanos de la problemática contemporánea (o por lo menos de las molestias que estas situaciones ocasionan); viajes al trópico o al pasado, los últimos avances médicos ("Noticias del mundo de la medicina", "Van ganando la batalla a la leucemia"), la explicación de fenómenos corporales ("Cómo nos adaptamos al frío"), las realizaciones de algún famoso personero del arte ("Guiomar Novaes, poetisa del piano"), problemas meramente técnicos ("El mundo fluido de los Sogréah", "El prodigioso avión Mirage"), etc., el Reader's no consigue asombrarnos. Utiliza métodos muy conocidos, reducciones que han sido estudiadas reiteradamente y que en esencia son los mismos que Roland Barthes examina en Mythologies.

Detrás del Reader's, por ende, se anima un proyecto político determinado, que se ve en el tipo de comunicación que sugiere, en el tipo de relación lector-productor-vehículo. Es la representación democrática burguesa misma, el Estado como garantía y objetivo vigilante, donde participar es consumir y participar en política es ser espectador de la radio, la televisión o los diarios, y depositar el voto cada cuántos años. El lector ha entregado al Reader's su derecho a conocer por su cuenta, a investigar, ha deseado ser Representado por la Revista que Selecciona. Lo que, por lo demás, es una mera repetición normal de su experiencia cotidiana enajenada, e incluso reitera una cierta teología inscrita en las cosas por el sistema.

La Revista es un ser superior (pero tan cercano, tan familiar, tan de "nosotros", tan amigo) que reconforta a los aislados fieles, los que deberán vivir ritualmente su lectura (y naturalmente su compra). El hábito, la adoración, la droga: entre lector y revista se ejercen en un dominio vertical que fundamenta el modo de comunicarse. En un universo absurdo, el Reader's asegura que el sentido común, asegura que la realidad y su tradición, verdaderamente existen. En un mundo donde la historia, llama al cambio o a la incertidumbre, el Reader's tranquiliza al lector con su propia naturaleza que no puede cuestionarse. En un universo sin Dios, el Reader's ... En una sociedad violenta, el Reader's... En una.... Reader's nuestro, que estás en los quioscos, entre los diarios que saben menos, lejos de los libros que aparentan, pero son sólo polvo, gracias, gracias, sálvanos...