Ensayos escogidos de Ariel Dorfman

Publicado por jean_fontaine332, Marzo 31, 2017, 12:19:30 PM

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jean_fontaine332

Para nada de acuerdo, pero habla de los tumultuosos años 70


1. Este ensayo se basa en conferencias dictadas durante el verano (enero-febrero) de 1972, en Concepción, Valparaíso y Santiago, para profesores secundarios de castellano bajo el patrocinio del Centro de Perfeccionamiento del Magisterio del Ministerio de Educación.


http://www.blest.eu/biblio/dorfman/cap8.html

Chile un manicomio

Una locura.

Eso es lo que sería imponer una dictadura militar aquí en Chile. Una locura tratar de aplastar al pueblo.

Una locura, claro.

Pero para llevarla a cabo se necesitan muchas locuras particulares, que gran cantidad de chilenos pierda su salud mental. Se necesita que se descomponga la estabilidad de las emociones, que el país se hinche de desequilibrados que prefieran estallar en la guerra que construir en la paz.

La derecha viene trabajándose esta atmósfera desde mucho antes de 1970. Todos recordamos las múltiples y bien pagadas campañas del terror.

Pero sólo ahora, después de su fallido golpe del 20 de junio, sólo ahora, histéricos y temerosos, los enemigos de Chile sacan a relucir un nuevo y último consejo de su viejo sombrero. Tomaron la ley de control de armas y, extralimitando las fronteras de su aplicación, la desean utilizar como instrumento perfecto para desquiciar la vida familiar y pública de cada chileno.

Como no hay sanciones contra los falsos denunciantes, se trata de denunciar a cualquier ciudadano que tenga inclinaciones izquierdistas y aplaudir si le allanan el domicilio. Ese es su sueño: irrumpir en las fábricas, so pretexto de buscar inexistentes ametralladoras, y entorpecer la producción que ya no sirve sus intereses. Quieren que se registren las poblaciones y se asuste a los hijos de los trabajadores. Se relamen cada vez que se invade una distribuidora de alimentos.

Es decir, en definitiva, quieren que la ley de control de armas sirva para paralizar el país y con el objeto de iniciar desde ya, y de hecho, una caza de brujas al mejor estilo paraguayo y brasileño.

Abusando de ese cuerpo legal, pretenden, en la práctica, colocar a las Fuerzas Armadas al servicio inmediato de personas o instituciones que no sean el Poder Ejecutivo. Quieren que se forme una costumbre nacional nueva: denunciar al vecino por sus ideas. Que las órdenes directas para acciones militares surjan en el Congreso, en la Corte Suprema, en la SOFOFA, que sean los patrones los que puedan levantar el teléfono y pedir el desalojo de las fábricas, que sean los latifundistas los que gocen al ver la tierra devuelta a sus manos.

Maniobras para que las FF.AA. sean el arbitro, para que se conviertan en el poder ejecutivo y fiscalizador de la nación.

Por eso, estas denuncias hipócritas coinciden con la propaganda mercurial al "paraíso" paraguayo y al "milagro" brasileño. Por eso, el Senado manda sus conclusiones a los jefes de las FF.AA. para que deliberen políticamente. Por eso; se emplaza al gobierno para que desarme al pueblo, un pueblo cuyas ramas son la organización, la disciplina, cuyas armas son su CUT y su conciencia.

Quieren que el país pierda la cabeza.

Quieren que el país, enloquecido, se suicide.

La paciencia se acabó

"El Mercurio" en su página editorial ya derrocó al Gobierno.

Porque ya no se habla de "ilegitimo", "ilegal", ilícito", palabras que de tan cacareadas ya nos tenían la oreja acostumbrada y un poco sorda.

Ahora, lisa y llanamente, se ha borrado la existencia misma del Gobierno. Anticipan el hecho de que la derecha planea la destrucción violenta y material de las autoridades del país, se ha procedido de antemano a preparar en la conciencia y en la cabeza de los chilenos esa desaparición. Para los enemigos del pueblo ya no hay un Gobierno, sino que un "desgobierno". Ya no hay solución a los problemas nacionales, porque el Poder Ejecutivo está en "disolución". Para utilizar las palabras mismas de "El Mercurio", "falta un interlocutor autorizado y responsable que haga la parte del Gobierno en cualquier diálogo con opositores o grupos independientes", con lo que quieren decir que la oposición democrática estaría propiciando un consenso mínimo con fantasmas y que el Cardenal sugiere una paz con un ser invisible.

Para "El Mercurio", Allende ya no es presidente de Chile.

Este derrocamiento editorial del Gobierno Constitucional es parte de una campaña bien orquestada. En los últimos días, las más diversas personas e instituciones han venido entregando una serie de documentos, aparentemente dirigidos al Presidente de la República y que terminan con una significativa y coincidente frase: que cada cual asume su responsabilidad. Encomiable convergencia demuestran tantos seres diferentes, encomiable telepatía. Todos los industriales de Aconcagua y Valparaíso, la SIDECO, el señor Pareto, el enmascarado Thieme, los comentarios editoriales en Nueva York, Boeninger y sus consejeros, el Colegio de Ingenieros, las Juntas de Vecinos de Providencia, los profesionales de tal o cual industria, todos piden que cada cual -nótese bien, cada cual- asuma su responsabilidad. Daría la apariencia (quieren dar la apariencia) de que desde los rincones más aislados y dispersos de la comunidad, desde cada flotante islote de la patria, desde cada opinión absolutamente espontánea, se estaría reclamando responsabilidad.

¿Pero responsabilidad, de quién?

No se puede tratar de que el Gobierno asuma la responsabilidad, porque para "El Mercurio" el Gobierno ya no existe, hay un vacío de poder. Cada cual debe hacer esto, cada cual debe moverse por su cuenta, cada cual es libre, cada cual debe actuar sin restricciones, cada cual debe asumir la responsabilidad. Cuando dicen cada cual lo que significan, en realidad, es Fuerzas Armadas. Que las Fuerzas Armadas asuman la responsabilidad.

Es parte de una ofensiva contra el Gobierno que ya tiene una orden predeterminada.

Acordémonos que primero hablaron de desobediencia civil. Después pasaron a gritar la resistencia civil. Posteriormente las paredes se llenaron de llamados a la ofensiva civil. Ahora, en el mes de julio, estamos presenciando el inicio de la repetición del repertorio de frases, pero aplicados en este momento a las Fuerzas Armadas. Estaríamos ahora en la etapa de la "desobediencia militar".

Todo va junto. Bulnes, por ejemplo, anuncia que "estas instituciones deben actuar por propia iniciativa y sin esperar denuncias". Incluso, el Gobierno no podría reprimir a Patria y Libertad, las Fuerzas Armadas no tendrían por qué perseguir a quienes se levantan contra la "Anti-República" y el jefe del "Anti-Estado". El Presidente es un criminal que no debería, según "El Mercurio", ni siquiera ser oído, y no tiene por qué ser considerado Generalísimo. Para la derecha, el Ejército, la Aviación y la Armada deben obedecer sólo a la "institucionalidad" vigente, es decir, recibir órdenes emanadas únicamente de los poderes legítimos y existentes, el Congreso, la Corte Suprema, la Contraloría, etcétera.

Pero ya sabemos que después de la fase y la frase "desobediencia militar" vendrán los próximos pasos.

Nos parece que no se puede esperar que "El Mercurio" y los intereses que representa den esos próximos pasos. Nos parece que no podemos tolerar que exijan la "resistencia militar" para después proclamar la "ofensiva militar" contra el Gobierno.

Nos parece que el muy existente pueblo y el igualmente existente Gobierno de Salvador Allende deben proceder a demostrar su presencia. Nos parece que ha llegado la hora de clausurar "El Mercurio".

1. Este ensayo se basa en conferencias dictadas durante el verano (enero-febrero) de 1972, en Concepción, Valparaíso y Santiago, para profesores secundarios de castellano bajo el patrocinio del Centro de Perfeccionamiento del Magisterio del Ministerio de Educación.