Daniel Vilches, un clásico del humor

Publicado por chavo_del6, Marzo 14, 2016, 12:36:17 PM

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chavo_del6

 
Ya va a cumplir 83 años ... (1933)
A continuación, una entrevista:


Daniel Vilches: "El día que muera, hasta ahí va a llegar la revista"

El "Académico de la lengua" recibirá mañana el Premio Nicanor en la Cumbre Guachaca. Un homenaje para un referente que a los 81 años mantiene viva la memoria, la picardía y el mito de la bohemia chilena. "Soy el último de los humoristas clásicos".


Avenida Vicuña Mackenna. Tres de la tarde. Daniel Vilches posa para una selfie con una joven que bien podría ser su nieta. "Esto es de todos los días" dice, mientras sigue su camino a casa, sin ningún aire de divismo. Incluso se da tiempo para bromear con algunos transeúntes más osados que se atreven a darle el pie para sus tradicionales remates de chistes.

"Don Daniel, ¿me podré bañar con diarrea?", le dice un peatón arriesgado (citando uno de sus clásicos chistes de doctor). "Claro, si le alcanza...", responde Vilches y ambos se abrazan entre carcajadas.

Un rato después, desde un camión que va pasando, le gritan: "¡Holaaaa! ¡Chuchaesu...!".

Así pasa los días, José Daniel Vilches Rojas, el "Académico de la lengua", maestro de generaciones de humoristas y regalón del pueblo. Figura emblemática del "Festival de la una", en los 80, y clásicos de la bohemia como el Burlesque y el Picaresque, entre otros. El único artista chileno que, por allá por lo años 60, podía agotar seis meses completos de funciones en lugares míticos como el Teatro Cariola y el Teatro Providencia. "Ya se lo quisieran algunos", dice don Daniel.

Acaba de cumplir 66 años en los escenarios, plenamente vigente con su Carpa del Humor. "Siempre estoy trabajando. Trato de hacerlo el mayor tiempo posible en verano y cuando ya se acerca el invierno nos arrancamos para el norte. Este año no vamos a poder ir para allá por los problemas derivados del terremoto".

Previo a su cumpleaños 82, el próximo 23 de abril, recibirá un regalo anticipado de esos que pocas veces recibe.

Mañana, y por primera vez en su vida, le harán un homenaje masivo. Dióscoro Rojas lo llamó personalmente para decirle que era ganador del Premio Nicanor, reconocimiento a la trayectoria guachaca reservado para próceres de todos los tiempos. Un galardón que han recibido personajes como Palmenia Pizarro y el Tío Valentín Trujillo. Pese a su condición de homenajeado, Daniel Vilches no se emociona en exceso.

-Es bien bajo perfil, don Daniel...

-Es que nunca me han gustado los homenajes. Me sorprende que me llamen, pero lo acepté porque es un evento popular. Es lindo que la gente se acuerde de uno. Gracias al pueblo, que me sigue en las ciudades y comunas con la Carpa del humor, mantengo una pequeña vigencia.

-Se mantiene bien, usted...

-Me cuida mi señora y yo también me cuido. De hecho, me estoy haciendo un tremendo chequeo y en las próximas semanas, probablemente, me opere de nódulos en la garganta.

-Usted ha ido a enterrar a casi todos sus colegas humoristas...

-Así es. Se fue el Chicho (Azúa), (Eduardo) Thompson, (Guillermo) Bruce, Eduardo Aránguiz, Jorge Franco, Chucho González, Mino Valdés, Helvecia Viera. Siempre estoy mirando fotos, de distintas épocas y en todas soy el único que queda vivo.

-¿Cómo va sintiendo la muerte de amigos y compañeros?

-Terrible. Pero más allá del dolor personal, también fueron tremendas pérdidas para el humor en un país al que no le sobran humoristas. Hay muchos sketchs que hacía con ellos que en la actualidad no podría hacer con nadie, y por eso cada vez se hace más difícil hacer revista en Chile.

"Las mil y una en la noche"
Vilches ha patentado un estilo a la hora de titular sus espectáculos. En la memoria se anotan inolvidables nombres parodiando teleseries como "Romanéjamelo" (Romané) o "Simplemente Marica" (por Simplemente María)

-¿Cómo sobrevive haciendo revista?

-Tú sabes cómo son estos negocios teatrales, revisteriles, carperos. Hay temporadas excelentes y otras no tan buenas. Paulatinamente ha ido bajando la actividad, pero siempre hay público. He hecho un gran trabajo revisteril durante muchas décadas, lo que es una marca importante en cuanto a vigencia, porque voy a cualquier parte y la gente me sigue igual.

-¿Cuesta convocar?

-Es que la juventud no sabe lo que es la revista. Si vas a mis espectáculos vas a encontrar a gente de 45 años hacia arriba y la gente mayor lleva a sus nietos y ven un espectáculo totalmente distinto. Entonces igual vamos captando un nuevo público.

-¿Tiene en mente algo ahora?

-Sí, me gustaría hacer una que se llame "Las mil y una en la noche".

-¿Lo llaman menos de la tele o usted ya no va?

-Me llaman, fíjate. De hecho, estuve a punto de cerrar una visita a Morandé con compañía, seguramente para El Muro, pero justo el día no podía ir. Yo voy feliz, seguramente pronto iré. La carpa me absorbe y los viajes a provincia también.

"En mi casa no digo garabatos"
Vive con su esposa, Mercedes Pineda, casado en segundas nupcias hace 33 años. Su casa está llena de recuerdos, fotografías con múltiples artistas y uno que otro premio. Su vida es tranquila y puede pasar horas revisando su archivo personal. Su casa es un templo, y es quizás el único lugar en donde el "Académico" desaparece por completo. "En mi casa no digo garabatos, eso es sólo una actuación. La gente piensa que ando todo el día diciendo chuchadas. El garabato sólo lo uso en el teatro y en algunos programas cuando me dejan salirme del libreto".

-Usted ha hecho escuela con la forma de pronunciar los garabatos...

-Es que hay momentos en los que el chiste exige un remate de ese tipo y queda perfecto...

-¿Cómo cual?

-Se muere la mamá de un amigo mío y me dice, acompáñame al velorio. Fui a dar el pésame, se acerca este cabro llorando y me dice: Murió mi mamá . Qué lástima , le dije yo. ¿Y qué edad tenía tu mamá? 98 años , me dice ... ¡¡¡Y hasta cuándo pensabas tener mamá chuuu "#$%&/()=!!!

-Pocos saben que usted es actor dramático...

-Empecé en eso. Es una lástima que no tengo ninguno de los premios que me gané, porque yo era galán. En la calle Cóndor con San Diego estaba el Teatro del Pueblo, una suerte de Municipal chico con palcos y un hermoso escenario. Ahí llegaban todos los grupos aficionados de Santiago. Nos ganamos muchos premios, hacíamos galanes folclóricos, huasos galanes y uno de mis compañeros galanes era Roberto Jacob, el Mago de la Polla Gol.

-¿Es partidario de reconocer a los artistas en vida?

-Yo creé Acocha (Asociación de Cómicos de Chile y América). Ahí inventé un premio, el Chaplin de Oro. Se lo dimos a todos los humoristas en vida. Eugenio Retes, Pepe Rojas, Eduardo de Calixto, Jorge Porcel, Juan Verdaguer, el Jappening con Ja y muchos más. Era una asociación de más de 80 cómicos y nos reuníamos en Recoleta durante los años de gloria del Picaresque. En eso tengo mi conciencia tranquila, porque les hice homenajes en vida a todos los grandes del humor.

"Mauricio Flores y Che Copete hacen shows que no se pueden considerar revista"
-¿Ha pensado en retirarse?

-La verdad es que no. De repente me siento cansado, pero no me cansa trabajar, lo que me cansa es el tema de la carpa en el sentido operativo. Quiero dejar ese negocio a mis hijos, que ellos me contraten si quieren pero que se hagan cargo de la administración, porque ya estoy cansado de estar buscando lugares, preocupado de la luz, los volantes de difusión, las grabaciones, los artistas. Entonces me agota, y como ya no tengo el mismo dinamismo que antes se hace difícil.

-Del escenario no se cansa...

-No, para nada. Antes tenía más agilidad y hay que reconocer que se pierde fuerza con los años, pero las ganas de actuar no se pasan. Soy el último de los humoristas clásicos. El día que me muera, hasta ahí va a llegar la revista, porque nadie va a hacerla en este país porque los costos son muy altos. Mauricio Flores y Che Copete andaban con 3 o 4 personas haciendo shows que no se pueden considerar revista. Roberto dueñas debutó y terminó al tiro. El costo es alto, no es fácil sustentar temporadas completas. Todo el montaje, las revistas, los ensayos, la ropa, etc. Es muy difícil de llevar.

-El mundo del espectáculo, la cultura, ¿le debe algo a Daniel Vilches?

-No, nada. Y yo no le debo nada a nadie. Estoy en paz con todos.

-¿Lo han llamado alguna vez de algún gobierno para condecorarlo o darle una pensión?

-Jamás. La vida que tengo de artista y empresario la he realizado sin el aporte de nadie. Nadie me ha ayudado ni con volantes para difundir mis espectáculos.

-Oiga, cuente la firme, ¿cómo hacía los castings de las vedettes ?

-Todavía voy, incluso, a buscar a Buenos Aires. Casi siempre con mi señora. Les digo: "Sin empelotarse", las miro y listo... Contrato altiro, porque muchas veces sabía lo que quería hacer con ellas. Muy simple y directo. Con eso basta y sobra. Traje muchas y todas muy lindas.

-¿Con qué humoristas le gustaría trabajar?

-Con Jajá Calderón, me gusta también el humor político de Palta Meléndez y el estilo de Ricardo Meruane.

-¿Cuál es el chiste blanco que más le gusta?

-Se encuentran dos amigos que no se veían hace varios años y uno le dice al otro: ¿Cómo te ha ido? ¿Te casaste? Sí, me casé -dice el otro- ¿Y? ¿Eres feliz con tu mujer? No... Era más feliz con la tuya.

-Se siente querido.

-Muy querido.

-¿Le asusta la muerte?

-No me asusta, me da pena no más... Dejar cosas tan lindas, marcharse cuando uno es tan feliz aquí abajo.

Le dijo NO al Festival de Viña: "¿Y si me toca después de Luis Miguel?"
Alex Hernández llamó a Daniel Vilches para que fuera parte del show del Festival de Viña 2012. Increíblemente, él se negó a participar. "Le dije 'dame 5 días para pensarlo'. Llegué a casa y le conté a mi señora, llamé a Antonio Menchaca, Enrique Maluenda, que es mi amigo, y todos me decían que fuera porque era la culminación de mi carrera. Ellos lo veían de esa manera, pero yo lo veía con un sentido más profundo. Pensaba, '¿Y si me toca después de Luis Miguel?'. El riesgo era grande. Todo lo que hago durante el año es rotundo éxito. He hecho los casinos Dream, los Enjoy, etc., pero es para un público que va a verme exclusivamente a mí. A Viña va un público totalmente distinto. Tú ves los fracasos de algunos por razones que a veces van más allá de la calidad de los espectáculos. Sin ir más lejos, el caso de Ruddy Rey... Yo lo encuentro buenísimo.

-Y le dijo que no al Festival...

-Me ofrecían todo el apoyo y la autonomía para proponer una rutina, pero le dije: Te agradezco mucho, pero la verdad es que no estoy preparado. Para qué te digo lo que me decían otros colegas cuando les conté...

-Pero ni por la plata aceptó...

-Es que no alcancé ni hablar de eso. A mí me interesaba mi tranquilidad. No pude dormir la noche antes de decir que no, pero decidí cerrar el capítulo.

Cacike

la revista ya murió, no le han avisado???  :yaoming: