Columna de Villegas: "La decepción de quienes esperaban una nueva UP"

Publicado por chavo_del6, Junio 15, 2015, 12:56:55 PM

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chavo_del6

 Copio textual:
COLUMNISTA INVITADOBlog de Fernando VillegasFernando Villegas
DOMINGO 14 DE JUNIO DE 2015
"Malo será, pero es mío?"


La última concentración convocada por Salvador Allende -septiembre de 1973- estuvo henchida de malos presagios y exudaba espesa melancolía. De ese modo la recordó con nosotros un conocido político de izquierda, hombre algo avanzado en años, muy avezado en copas y abundante en nostalgias."Había un escenario instalado frente a la entrada de La Moneda ", evocó,"en el que Allende, Orlando Millas y otros mandatarios de la UP estaban sentados en otros tantos sillones, inmóviles, sin decir palabra. Nosotros dábamos la vuelta alrededor de la cuadra y pasábamos una y otra vez frente a esas figuras congeladas porque ya no había nada que decir, nada que oír, nada que celebrar".
-:Y otra cosa:-recordó luego de una pausa- :vi un grupo, ahora mismo me parece estarlo viendo, con un letrero que decía "este es un gobierno de mierda, pero es NUESTRO gobierno de mierda".

Así es. Este columnista estuvo en esa marcha y fue tal cual como el hombre la describe. Esas vacuas peregrinaciones orbitando La Moneda, la columna que se deshilachaba, las antorchas de papel extinguiéndose una a una, los asistentes cada vez más silenciosos frente a esas figuras dignas del museo de cera de Madame Tussauds, todo era, en su desoladora mudez, la más elocuente expresión del fracaso y el desastre que ya venía y se presentía. Fue, en más de un sentido, un velorio anticipado para las muertes que estaban por sobrevenir. Y estaba ese letrero:

45 años después:

Cuarenta y cinco años después de esa noche, luego de casi medio siglo que parece un milenio y simultáneamente sólo ayer, otra columna aunque esta vez invisible pero además creciente desfila frente a un estrado igual de vacío, pero menos por silencios que por ausencias fuera o dentro del país, menos por falta de discursos que por falta de ideas, menos por figuras inmóviles que por movedizos espectros entrando y saliendo del escenario en cuestión de semanas o meses y en medio de pifias y escándalos. No hay ahora amenazas terribles sino decepciones, la sorpresa o pasmo ante lo que prometía ser una épica y devino en sainete, de lo que pintaba como gloriosa revolución y se despeña ya por la fácil ladera del fracaso y la mediocridad, a los tumbos, con cabriolas de tony.  Y entonces y por eso 45 años después otro político, uno mucho más joven a quien le preguntamos por qué se negaba sistemáticamente a aceptar una invitación a Tolerancia Cero, nos respondió con una variante de ese letrero de septiembre de 1973 que él jamás vio:

-Me sentiría incómodo teniendo que defender un gobierno que, siendo mío, me parece ya difícil de defender:

Y agregó, a guisa de epitafio o de responso:

-Es mal gobierno, pero es mi mal gobierno:.

No es el único en esa lastimosa y estoica parada. Corre un cierto viento fresco que augura ventarrones y mientras tanto les está helando los huesos a los combatientes. Uno o dos columnistas de este diario cercanos al gobierno manifiestan a las claras, con sus reproches, la misma incomodidad. Sucede también, quizás más discretamente, con ensayistas "progres " e historiadores de causas populares y callejeras, con porfiados profetas del socialismo adictos al vino tinto y las empanadas, con revolucionarios cercanos a la senescencia y también con jóvenes de la G-90, con socialistas jubilados de ferrocarriles y empleados públicos y periodistas; todos cantaron las glorias del triunfo electoral que el pueblo chileno obtuvo en Yungay, pero un año después evaden el bulto y profesan entre susurros o entre rezongos su más profunda decepción.

Aceleración de los cuerpos
Porque rápido cae el crédito y confianza que la ciudadanía puso en el gobierno -o al menos la versión oficial es de que hubo tal masivo endoso, llamado, en la semántica de la NM,"mandato ciudadano "-, lo cual se manifiesta en cada sucesiva encuesta de opinión y no sólo entre sus opositores y los despreciables amigos del lucro, los pequeño-burgueses y los ciudadanos comunes y corrientes, sino también dicho desplome de la fe agobia a muchos de quienes, hasta hace quizás sólo medio año, celebraban el Gran Salto Adelante que íbamos a dar de la mano de la señora Bachelet. Peor aun, la caída sucede según la ley de aceleración de los cuerpos y la velocidad aumenta a cada segundo que pasa y al cuadrado. Se acerca ya la Mandataria a tan sólo el 25% de apoyo y no se vislumbra cómo, brindando con Hollande en París o recibiendo esquinazos en Roma, pueda remontar esa cifra.  Es quizás lo que los periodistas gustan llamar "la barrera psicológica". Hoy es la del 25%.
El desánimo y decepción ofrecen otro problema: su falta de homogeneidad. Si el desencanto fuera uniforme podríamos esperar una demanda coherente para que La Moneda hiciera otra cosa, pero no lo es. Se agrega a la confusión y parálisis el hecho de que la  frustración es de posturas situadas en las antípodas: la de los moderados que quisieran retornar al dialogo y el desencanto de los comandantes -por ahora vestidos de civil-, quienes consideran toda idea de acuerdos como "monsergas". Aun asumiendo, entonces, que la señora Bachelet saliera de su búnker y decidiera hacer algo, ¿a quién debiera oír?

Impotencia
No serán los moderados quienes se adueñen de una hipotética audición presidencial. Esa es la encantadora ilusión de Ignacio Walker. Incluso dice creer que la moderación aportada por su partido logró mejorar algunas de las iniciativas legales del gobierno. Se equivoca. En lo tributario sólo hizo retroceder                      -sólo un poco- al gobierno la presión de los empresarios. En dicho enfrentamiento Walker y la DC a lo más reestrenaron el servicial papel del cardenal Samoré. Aun Lenin cedió algo -la NEP- ante las fuerzas reales de la economía, ¿cómo no lo iba a hacer la Presidenta? Los moderados son, por serlo, impotentes. Temperamental y políticamente débiles, son siempre arrinconados, vejados y neutralizados por los radicales de espíritu. En algunos casos hasta son guillotinados. No se conoce casi de ningún proceso como el actual detenido a medio camino sólo porque el Walker de turno ponga la luz roja.

"No hay espacio:"
Mientras tanto, dijo Quintana,"no hay espacio para más errores". Quintana, quien representa a los que desean ir más lejos, tal vez se haya dado cuenta de que su frase implica, por definición, que ya se han cometido MUCHOS errores; no de otro modo se llena el generoso espacio para ellos que ofrece la mala memoria nacional. No explicó, sin embargo, qué sucede si se cometen aun más, desbordándolo.
Quintana se refería desde luego no a "La Moneda " sino a la señora Presidenta y a su secretismo ya intolerable, a sus errores comunicacionales, sus indefiniciones y simultáneamente decisiones inconsultas, a sus evasivas y quizás también a la facilidad con que desecha a quienes ya no le sirven. El ex ministro Insunza, el último en desplomarse, hizo ese reproche. Pero quien crea que el problema radica en esa insuficiencia presidencial se equivoca medio a medio. Es, ese, un error tan absoluto como el de quienes limitan las falencias a "problemas comunicacionales". Es más: ya NI SIQUIERA se trata de la mala calidad del sacralizado programa, de ese catálogo de ideas obsoletas, de esa indigesta enciclopedia de lugares comunes y Tratado Magistral de desprolijidades, improvisaciones y eslóganes vacíos. Importa poco porque el mismo reproche podría hacérsele a CUALQUIER programa político ideado por expertos en marketing para vender una candidatura. Un programa mediocre o malo es apenas tentativo. Todo, al final, depende de cómo se interprete y luego se ejecute. Y, ejecutándose, aun si es malo se convierte en objeto real capaz de ser reparado. Pero, ¿cómo reparar lo que no cobra verdadera y definida vida por falta de ejecución? ¿Y cómo habría de ejecutarse algo si dos bandos opuestos no acuerdan cómo hacerlo? La indefinición, confusión y vacilación ya notorias en el plano anecdótico, los bandazos y las inercias catatónicas, la renuncia a ejercer autoridad, la abdicación de la función de gobernar y los ultimátum ridículos y sin efecto son, ahora, el problema central y derivan del mismo cáncer incurable.

"Malo, pero además no funciona ", diría un letrero, hoy.

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JORGE VIGORENAHace 7 horas
Como hacer entender a Bachelet de la desilución masiva a la que ha arrastrado a la gente?, a su falta de liderzago frente a la delincuencia de todo tipo, de un Gobierno que,parece estar pasmado?, de la intolerancia de sus seguidores al tratar de fascista al que no piense igual o encuentre algo malo?..... Y otras cosas mas?



HERMAN AGUIRRE-AYALAHace 21 horas
pero eso lo habia escrito Santos Discepolo, con poco mas de 20 años, 50 años. "que este mundo fue y sera un porqueria...." Hay que alegrarse de todas maneras con lo que esta pasando, esta vez esta "crisis" no se arreglará con un golpe de estado ni con una "comisión Ortuzar-Guzman" haciendo una nueva constitucion oligarquica entre 4 paredes. Mas fácil es pedirle peras al olmo que Villegas esté alegre. No conoce ese estado. Esta por debajo de la felicidad, pero aliviana la carga. Yo me pongo alegre con poco, con que gane CD La Serena y que no se vaya a segunda división. Lo demás no me entristece ni me amarga como le amarga la vida el canto de un zorzal a Villegas. "malo, pero ademas no funciona"
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CÓSAR OJEDAHace 22 horas
" Sucede también, quizás más discretamente, con ensayistas "progres " e historiadores de causas populares y callejeras, con porfiados profetas del socialismo adictos al vino tinto y las empanadas, con revolucionarios cercanos a la senescencia y también con jóvenes de la G-90, con socialistas jubilados de ferrocarriles y empleados públicos y periodistas; todos cantaron las glorias del triunfo electoral que el pueblo chileno obtuvo en Yungay, pero un año después evaden el bulto y profesan entre susurros o entre rezongos su más profunda decepción". Le faltó agregar a los pseudoperiodistas, pseudosociólogos y pseudoescritores. Se entiende, se puede vomitar hasta la última gota de bilis, pero no el estómago propio: vuitre.
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HERMAN AGUIRRE-AYALAHace 21 horas
el sapo cancionero dice que la vida es triste si no la vivimos con una ilusión. Amarguese solo no mas, traguese su bilis solito.Las encuestas dicen que MEO marca 30% y esas mismas encuestas dicen que el rechazo a Bachellet es de 60% ¿ese 30% que apoya a MEO es de derecha? esa gente rechaza por que quiere mas reformas
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ARNALDO NANNUCCIHace 23 horas
El resultado de un producto de ficción

Lo que estamos viviendo   hoy en día es el resultado de un producto que fue promovido en base a ilusiones y promesas difíciles de cumplir, con los ingredientes inadecuados, los cuales en el corto tiempo de su uso se descubre que es una estafa al público, y este, quiere devolverlo por considerar que las virtudes indicadas no son reales, y por lo tanto, se siente estafados. Sus promotores tratan de hacerse los inocentes como que ellos no sabían que todo lo planeado por largos cuatro años llegaría un momento en que al ser expuesto al público mostrarían las falencias y realidad del engaño. Hoy las encuestas son evidentes y contundentes al rechazo de este producto de fantasía llamado Bachelet, y sus subproductos llamados la Nueva Mayoría.



HERMAN AGUIRRE-AYALAHace 21 horas
algunos se sienten estafados por que consideran pocas las reformas, no por que son profundas. Usted lo describe muy, pero muy bien
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BENJAMIN MUÓOZHace 1 día
Lo más lamentable es que la señora solo cree en su sueño; convertirse en un hito de historia chilena, al igual que Allende, pasando a ser recordada como la presidenta que quiso hacer cambios profundos en la sociedad para dar igualdad y felicidad a los pobres, siempre pisoteados por los "abusadores capitalistas". En ese propósito de pasar a la historia, todo es válido; la traición, la mentira, la manipulación y finalmente el espejismo de creer que solo ella tiene claro el camino y los demás están todos equivocados o son víctimas de la campaña de la derecha pinochetista.
La receta para el desastre del país.
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FCO MATUSHace 1 día
Aún concordando muchas veces con este genial comentarista, como en esta ocasión, me gustaría que los mismos conceptos escritos en LT, fueran consistentes con aquellos verbales que manifiesta en Tolerancia Cero.
Comienza a cansarme el que, lo que leo en su columna en la mañana, en ocasiones es diametralmente opuesto a lo que expresa en la noche en TC, supongo como para no herir susceptibilidades como las del insolente felipe bianchi.
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C EHace 22 horas
Una columna es un espacio reposado. La TV nunca ha sido eso, sino un espacio que saca frases y las pone en la huincha inferior. Villegas hace lo que puede, y para mí son suficientes sus suspiros de incomodidad ante lo que dicen ciertos invitados.
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VITOCO VITOCOHace 1 día
Este país es capitalista y ese es el choque con el que se encontró la nueva pillería.

Ellos han promovido un doble estándar estúpido de condenar el pecado del lucro y el capitalismo, cuando ellos mismos - los predicadores del socialismo - viven en sus lujosas casas del barrio alto, con sus hijos en los colegios privados más caros y viviendo como cualquier empresario de los que tanto odian.

SOMOS CAPITALISTAS, nos gusta tener el mejor celular, el mejor auto, vivir en el mejor barrio, ir al mall, tener a nuestros hijos en el mejor colegio, la nueva pillería no quiere el captalismo para la gente, lo quiere solo para ellos. Ellos necesitan a los pobres de los contrario pierden votos y pierden su estilo de vida capitalista.
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HERMAN AGUIRRE-AYALAHace 21 horas
no me meta en su saco, hable por usted no mas
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PEDRO PETERSONHace 16 horas
Hay algunos que poseen celular y vehículos de alta gama (léase, IPhone o Ford Explorer) sólo porque pueden adquirirlos sin gran sacrificio, que les desagrada la cultura del Mall y que sólo concurren a uno cada dos años pues prefieren realizar la renovación de vestuario en sus viajes al extranjero, algunos que no les agrada vivir en los mejores barrios sino que en aquel que le resulta más cómodo (antes que vivir en la periferia, pues Vitacura es tan periferia como La Pintana; la diferencia es la desigual calidad de vida entre ellas) y que no se preocupan de "lograr lo mejor" a toda costa. Algunos de estos mismos prefieren buena salud pública, educación de buena calidad y gratuita, igualdad de oportunidades, dignos salarios y adecuadas condiciones laborales que minimicen la
desigualdad social que se observa, etc.


Es cierto que son los menos, pero debieran ser más.
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JAKOB GRILLEHace 4 horas
TODOS quieren tener un mejor pasar, mejor celular, auto, casa cómoda, ... que los haya quienes quieran que "el pueulo" (no ellos, por cierto) sacrifiquen todo eso en pos de un espejismo de "paraíso socialista", y que se sorprendan que la gente no los acepte, es lo raro...
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